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miércoles, 24 de octubre de 2012

Egoísmo.

Siempre oí a los Amos hablar del egoísmo de los sumisos. Siempre oí decir que los sumisos pensaban muchas veces más en sí, que en los Amos. Y siempre pensé que no era así, que esa era la visión de los Amos porque de alguna forma todos tendemos a tener una visión indulgente con nosotros mismos, pero no tanto con los demás.

Pero a veces pienso, pienso, pienso... Y cuando pienso mucho, se me sobrecalienta la cabeza, porque muchas veces pensar mucho no es inteligente, y porque no todos los pensamientos son constructivos. Y es cierto que un sumiso puede llegar a ser muy egoísta. Seguramente sin malas intenciones, seguramente con la sincera intención de entregarse al máximo... Y sucede que, como sumiso, la máxima aspiración es la entrega, pero se corre el riesgo de entrar en un círculo vicioso y considerar que la entrega es lo que se entrega. Como parece un trabalenguas, me explico.

¿Por qué se entrega un sumiso? Porque siente esa necesidad (no voy a teorizar por qué siente esa necesidad, porque es algo que me superaría). Vale, hasta ahí bien, pero... ¿Qué es lo que entrega un sumiso? Porque para entregarme tendré que saber qué estoy entregando. Respuesta fácil, se entrega a sí mismo, como posesión. Muy bonito, podríamos usarlo para escribir un poema o un bolero. Pero como por mucho que yo me entregue, no estoy abierto a que me descuarticen a hachazos, tenemos que replantear qué queremos decir que nos entregamos a nosotros mismos, en cuerpo y alma... porque la práctica es otra cosa. Entregamos parte de nuestra voluntad, de nuestra autonomía, bien, pero ¿es eso todo? ¿Toda la entrega que hago es aceptar órdenes? Entregamos un sentimiento. Bien, muy bonito también, ¿a cuánto está el kilo de sentimiento? Quiero decir, evidentemente los sentimientos son lo más importante en el BDSM y en la vida, eso no lo voy a descutir, pero hablar de entregar algo intangible, es un poco tramposo, porque yo me puedo entregar al cien por cien en sentimiento, pero después no hacer ningún esfuerzo, entonces, ¿dónde quedó ese sentimiento?

Y para responder a la pregunta de qué entrega un sumiso, quizá tengamos que responder a la pregunta inicial, por qué se entrega un sumiso, o mejor dicho, para qué. En foros, chats, blogs, espacios masturbatorios varios (como éste mismo) uno suele leer de los sumisos (me voy a centrar en los sumisos varones y en las Amas mujeres) que quieren que su Ama tenga la vida más cómoda. Hacerle la vida más cómoda y grata a su Ama es el principal objetivo del sumiso. ¿Es eso cierto? Sí y no. Quiero decir, más allá de los pajilleros que uno pueda encontrar en la red, los sumisos sí que creo que queremos hacerles la vida más cómoda a las Amas, más grata. Por eso estamos dispuestos a ir a la Conchinchina a buscar eso que necesitan y que les da por el saquete ir a buscar, por eso deseamos llevarles el desayuno a la cama y, si es necesario, hacerles los baños. Pero los sumisos olvidamos, por lo que veo por la red y por lo que veo en mí mismo, con demasiada facilidad que las Amas son mujeres integrales, es decir, que además de Amas son personas. Y que sí, que está muy bien ir a la Conchincina, hacerles los baños... Pero tienen más necesidades, además de las derivadas del BDSM. Y no solemos darnos cuenta porque solemos estar demasiado ocupados mirándonos al ombligo. Solemos estar demasiado ocupados autoconvenciéndonos (y convenciéndolas a ellas) de lo buenos sumisos que somos, para ver que detrás del BDSM hay vida.

Y esto es así, a menudo (y entiendo que habrá sumisos que no se sientan identificados con lo que escribo, e incluso los habrá que no se ajusten a lo que digo) aunque conozcamos los intereses y las preocupaciones personales de la otra persona. Las ansias por ser buenos sumisos nos hacen olvidar, a veces, que es más importante ser buenas personas. El de sumisión es un sentimiento muy fuerte, cuando uno quiere ser sumiso de alguien, hay un sentimiento que le ata las entrañas y le aprieta hasta hacerle sangrar, porque las entrañas se remueven ante este sentimiento. Y precisamente por eso cuando uno quiere entregarse a alguien, no puede quedarse nada más en las vivencias BDSM, tiene que recordar que esa otra persona tiene otras preocupaciones que pueden hacerle sentirse mal. Tiene que recordar que son más los problemas, y tener la paciencia necesaria (que tampoco es tanta) para no anteponerse él mismo a todo lo demás. Porque sí, los sumisos, o al menos este sumiso, cree con demasiada frecuencia que es el centro del Universo, y en consecuencia, tiene una traba muy grande, mucho, para hacer que la persona a la que quiere entregarse tenga una vida más fácil. Más bien lo contrario, se la complica. 

Por eso no basta con querer cambiar, con querer ser buen sumiso, buen amigo, buena persona. Hay que hacerlo.

2 comentarios:

  1. Aunque no se puede generalizar, es verdad que puede haber un cierto grado de egoísmo, muchas veces sin mala intención. No creo que tenga nada que ver con el rol ni con el BDSM, ya que en las relaciones vainilla también ocurre.

    Cada uno siente y vive el BDSM de una forma distinta, en mi caso es muy importante que la relación sea satisfactoria para ambas partes. Para ello hay que conocer a la otra persona, sus límites, el grado de afinidad y no olvidar que por encima del rol siempre está la persona, pero lo mas importante es que éste debe ser un trabajo de ambos.

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  2. Sí, por supuesto, el egoísmo existe en todo tipo de relaciones, y no quiero decir que los sumisos seamos necesariamente egoístas, ni quiero que los demás sumisos se den por aludidos. Muchas veces cuando pluralizo, en realidad hablo sólo de mí neo_astur ;) Pero hablar en primera persona del singular me gusta poco... Pero sí que creo que no es igual una relación D/s que una relación vainilla, y aunque está claro que en una relación D/s las dos partes tienen que aportar y tiene que enriquecer a las dos partes. Pero con todo, a los sumisos sí que se nos llena (y aquí me vas a permitir que generalice un poco, es lo que veo sobre todo en las redes sociales) la boca de entrega y a menudo la entrega dura lo que dura dura... Repito, no es una acusación al resto de sumisos, es un ejercicio de auto-crítica :)

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