«Domina la mente y dominarás el cuerpo» suele decir la persona que me guía por este camino, no siempre claro, del BDSM. La primera vez que lo dijo pensé «obvio, no se domina a alguien a base de fustazos, sino de palabras» y me sentí, puerilmente, más listo que la raposa. Pero una cosa es entender algo dialécticamente, que te entre en la cabecina, y otra cosa es entenderlo de verdad, que además de entrarte en la cabecina, entre en ti y lo asumas. En ese sentido, no es hasta ahora, y quizá sólo en parte, que entiendo lo que quieren decir, realmente estas palabras.
Llevo
un tiempo dando bandazos y palos de ciego, sintiéndome incómodo conmigo mismo y
haciendo sentir a la persona que me guía también incómoda. Ayer mismo estuvimos
hablando de ello, y ella me decía que me pongo metas demasiado altas,
que debería ponerme metas más a mi nivel (ya que aún estoy empezando) y
despreocuparme un poco y no tener tanto miedo a decepcionarla. Llevo un tiempo
comprendiendo qué quiere decir realmente eso de dominar mentes, porque
llevo un tiempo dándome cuenta de que articulo mis pensamientos de forma
distinta.
En
lo que se refiere a la mente y el pensamiento, hay algo que no siempre es fácil
de entender. Una cosa es lo que piensas y otra cómo lo piensas. Por ejemplo, yo
suelo hablar muchísimo de política con mi padre, que tiene unas ideas muy
parecidas (aunque con matices) a las mías, pero yo tengo 28 años y el 55. Y eso
quiere decir que, entre otras cosas él piensa como un señor de 55 y yo como uno
de 28, aparte, obviamente, de que él piensa como Manolito y yo como Juanito
(supongo que no hace falta aclarar que en realidad ni él se llama Manolo ni yo
Juan). Después de muchas horas discutiendo, muchas veces llegamos a la misma
conclusión, y decimos «pero si pensamos igual», pero ojo, en realidad pensamos lo
mismo, pero no igual, porque él llega a la misma conclusión que yo,
pero por un camino muy distinto, y a través de unos pensamientos, unas ideas y
una cosmovisión muy distinta a la mía.
¿Qué
tiene esto que ver con dominar mentes? Bien, en lo fundamental, yo sigo
pensando lo mismo que hace unos meses, antes de embarcarme en esta excitante
aventura de pretender ser el sumiso de una Señora (y no me refiero ya a BDSM,
sino a la vida en general, a mi cosmovisión, o lo que es lo mismo, a cómo veo
yo el mundo desde mi cabecina). Pero no lo pienso igual. Al afrontar mi
sexualidad (y con ello mi afectividad) desde un prisma completamente nuevo,
todo lo demás, lo que a priori no tiene nada que ver ni con el BDSM ni con mi
sexualidad, se ve afectado, porque al cambiar un aspecto importante de cómo veo
el mundo y las relaciones humanas (ahora la idea de tener Ama no es la idea
jugar, sesionar, someterse a lo que diga..., ahora la idea de tener Ama
es entender una forma de relación, y una forma de relación que es nueva para
mí, es sentir algo que no había sentido nunca, y no sólo en el plano más sexual
sino también en el más emocional. Cambia por lo tanto, no ya mi forma de
ver el BDSM, sino mi forma de entender la afectivo-sexualidad (acuño el
palabrejo para dejar claro que no estoy hablando de las pulsiones de la
entrepierna, sino del latir frenético de los sesos), y con ello, mi forma de
entender los setimientos. Por lo tanto, mi forma de entender la vida. Porque
creo que en la vida no hay compartimentos estancos, que lo que vives en un
aspecto de tu vida afecta a los demás.
Con
ello quiero decir que desde hace un tiempo me doy cuenta de que llego quizá a
las mismas ideas que siempre tuve, pero desde otros caminos, razonándolas y
sintiéndolas de forma distinta. Sigo queriendo con locura a mis amigos, por
ejemplo, pero los quiero de otra forma. No es que los quiera con otro querer,
no, sigo queriéndolos como amigos, pero querer significa sutilmente otra cosa.
Por ejemplo, hace un par de días salí de comedia con mis amigos, y sentí que
había algo en mí distinto, y que de alguna forma mis amigos no hablaban con el
yo de siempre, sino con otro yo (esto
entronca con mi necesidad de salir del armario, pero eso ya dará para otro
post).
Y en
lo que respecta a la persona que me guía en el mundo BDSM, pasa lo mismo (pero
más claramente). No es que ahora quiera más ser su sumiso que antes, ni que
ahora me quiera entregar más que antes, es que lo quiero de otra forma. Es
decir, proyecto mi sentimiento hacia ese deseo de forma distinta. Y este sentir
por otro camino es algo que va surgiendo poco a poco, que no pasa de hoy para
mañana, y que tiene tendencia a volver al camino acostumbrado, al de antes
(como un río al que desvías de su canal, que tiende a seguir el curso de
siempre). Pero por otro lado, una vez que abres un canal nuevo, siempre va a
haber agua que corra por esa nueva canalización, por mucho que también corra
agua por la vieja. Y en medida de que la vieja canalización se va cerrando,
como una herida que cura, el río ya corre íntegro por el canal nuevo.
Es
decir, una vez que uno siente de otra forma, acaba
estableciendo la nueva forma
de sentir como la natural. Es por ello que poco a poco mi mente se ve dominada,
y donde antes pensaba en entregarme a toda costa, a forzar yo mismo mi sumisión
en mi cabeza, ahora, poco a poco, surge una vía que hace que esa sumisión no se
necesite forzar, ni por mí mismo. Hace que esa obsesión (como bien me decía nim
en mi anterior post), deje de ser una obsesión, y se convierta en algo natural
y suave. Sí, esto es un proceso que está empezando ahora. Hasta hace dos días
(y no es una forma de hablar, hasta hace dos días literalmente) sentía de la
forma vieja, obligándome a mí mismo a someterme, metiéndome en la cabeza
sentimientos que deseo sentir con calzador. Y ese no es el camino. ¿Quiere
decir esto que ya está, que a partir de hoy, sábado 8 de septiembre del 2012, a
las ocho de la tarde pasadas, voy a sentir por la vía nueva? Evidentemente eso
es ridículo, la vía nueva tardará un tiempo en hacerse hegemónica en mi forma
de sentir, y mucho más en desplazar por completo a la vía vieja y obsoleta.
Pero sí quiere decir que la vía nueva ya va surgiendo ella sola con
naturalidad, sin falta de ir forzándola. Quiere decir que los fustazos que me
metieron, algunos un tanto duros, en la mente, dieron su resultado. Y en este
parto difícil, está naciendo, poco a poco guau-guau,
el sumiso. Y tengo
que decirlo, guau-guau el sumiso en parte es obra mía, sí, pero en gran parte
es obra de la persona que me guía. Ella no me somete, me construye. Y tengo que
decirlo, también hay ayudas inestimables (su pareja sentimental, por ejemplo)
que no puedo dejar de recordar.
Llevo
un tiempo sintiendome mal y haciendo que la persona que me guía también se
sienta mal. Eso es lo que pasa cuando quieres avanzar a base de forzar la
maquinaria. Es hora de dejar que la corriente me lleve hacia donde me tiene que
llevar. Ponerse cómodo (estoy realmente cómodo, no podía estarlo más) y
disfrutar del viaje. Un viaje que va a ser muchísimo más largo de lo esperado,
pero que tiene del otro lado un destino
inmejorable. Un viaje que se puede alargar todo lo que quiera, porque es en sí
mismo, un destino inmejorable.
Cuando salgas para hacer el viaje hacia Itaca
ResponderEliminarhas de rogar que sea largo el camino,
lleno de aventuras, lleno de conocimiento.
Has de rogar que sea largo el camino,
que sean muchas las madrugadas
que entrarás en un puerto que tus ojos ignoraban
que vayas a ciudades a aprender de los que saben.
Ten siempre en el corazón la idea de Itaca.
Has de llegar a ella, es tu destino
pero no fuerces nada la travesía.
Es preferible que dure muchos años
que seas viejo cuando fondees en la isla
rico de todo lo que habrás ganado haciendo el camino
sin esperar a que dé más riquezas
Itaca te ha dado el bello viaje
sin ella no habrías salido.
Y si la encuentras pobre, no es que Itaca
te haya engañado.
Sabio como muy bien te has hecho
sabrás lo que significan las Itacas.
(...)
Buen viaje para los guerreros
ResponderEliminarque a su pueblo son fieles
favorezca el Dios de los vientos
el velamen de su barco
y a pesar de su viejo combate
tengan placer de los cuerpos más amantes.
Llenen redes de queridos luceros
llenos de aventuras, llenos de conocimiento.
Buen viaje para los guerreros
si a su pueblo son fieles
favorezca el Dios de los vientos
el velamen de su barco
y a pesar de su viejo combate
el amor llene su cuerpo generoso
encuentren los caminos de viejos anhelos
llenos de aventuras, llenos de conocimiento.
La verdad es que sí, esto es un poco como el viaje a Ítaca, sólo que Ulises volvía a su hogar... Yo no conozco Ítaca, y en lugar de volver me toca construírla. Que es algo más guapo aún :)
ResponderEliminarUnha aperta, e grazas por deixarte caer por aquí, sisifo :)