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viernes, 12 de julio de 2013

A quien pueda interesarle.



Aunque llevo toda la vida sintiendo pulsiones sumisas, sintiendo deseos, teniendo fantasías, sueños... Llevo muy poco tiempo en este mundillo que es el del BDSM. Un mundillo que, de la que empecé mi andadura, hará unos tres o cuatro años (así a bote pronto no recuerdo bien) me parecía fascinante, ilusionante, lleno de gente que conocer, de la que aprender y con la que compartir tantas y tantas cosas. Una visión ilusa de una mente ilusa y, a base de no querer ver sino lo bueno que hay en la gente, ciega. Porque éste es un mundo maravilloso, lleno de gente que conocer, de la que aprender, lleno de gente a la que me alegro enormemente de conocer, gente que, a mi lado o lejos de mí, llevaré siempre, SIEMPRE, conmigo, en mi corazón y mi memoria... Gente de la que aprendí y aprendo a diario. Pero, inevitablemente, el BDSM no nos hace peores personas, pero tampoco mejores. Quizá una de las lecciones más importantes que aprendí en estos años de participar en la vida bedesemera asturiana, como bedesemero, como sumiso, pero también como miembro de una organización (creo que todos los que leen este blog saben que milito en ACA BDSM, algo que no me gusta plantear como carta de presentación, pues la organización en la que milito no es, en ningún momento, responsable de las opiniones, sentimientos y visceralidades que aquí viertl. No voy a decir que aprendí a participar de una asociación, porque es falso, esa es una lección que, afortunadamente, traía bien aprendida de casa. Y digo afortunadamente porque, afortunadamente, ya conocía algunas piedras que me podía encontrar en el camino. Ya sabía que no todo el mundo sabe ni entiende (ni quiere entender) lo que supone un compromiso colectivo, más allá de la forma en la que éste se manifieste (que sin duda es de vital importancia, pero no es el tema que vengo a traer hoy, por lo que no voy a profundizar). Sabía ya que existen personas que únicamente exigen resultados sin valorar el trabajo altruísta y solidario (qué palabra más guapa y, en ocasiones, más hueca) de las personas que optan por seguir como camino de vida el camino de la militancia (otra gran palabra) y el sacrificio de partes nada desdeñables de su vida por un proyecto común, que se puede compartir o no, que se puede criticar con más o menos fiereza (incluso con crudeza absoluta, es lícito) pero que no puede ni menospreciarse ni boicotearse (pues las conductas miserables no son jamás lícitas).

Sin duda, era algo que conocía, algo que sabía. En el movimiento asociativo tengo llevado muchos palos, sufrido muchas traiciones y conozco lo que es ser vilipendiado por compañeros que no sólo deciden dejar de hacer causa común contigo (muy lícito, cada uno escoge a sus compañeros de camino y sus formas de trabajo, y a nadie se le puede echar en cara descolgarse de un proyecto si desea iniciar otros, o si desea volver a su casa), sino que deciden convertirte en el blanco de sus ataques. Pero tengo que decir que es en este mundo, en este mundo abierto, respetuoso, bonal, en el que vi los niveles de miserabilidad más grandes. Especialmente porque se trata de una miserabilidad gratuíta. Nada sacan las personas que actúan con odio y rencor, las personas que no sólo odian (madre mía, no seré yo el que diga qué sentimientos tiene que tener la gente) sino que se comportan de formas rastreras.


La cobardía, señores míos, la cobardía manifiesta y escogida como forma de vida, es miserable. Y todos somos capaces de cometer actos miserables, pero cuando la miserabilidad se busca intencionadamente, entonces podemos concluir que estamos ante personalidades miserables, y per ende, execrables. Señalar con el dedo desde el anonimato, desde perfiles en las redes sociales que son irreconocibles e inidentificables con personas reales, confundir el blanco de tus ataques y personalizar en individuos concretos los ataques que pretendes hacer contra una organización y contra una visión concreta del BDSM, no sólo es cobarde, sino que es digno del mayor de los desprecios. El desprecio que siento yo ante estas personas que buscan el daño por el daño, innecesario, estéril. Pero ya se sabe, en el país de los ciegos, el tuerto es el rey, y siempre es preferible ser cabeza de ratón que cola de león, aunque al ratón se lo acabe comiendo un gato. Porque si te quieres desentender de un proyecto y generar otro alternativo, ¡perfiecto! hazlo, pero sin abrir frentes innecesarios que sólo dañan al BDSM.

Yo jamás estuve en Rusia. En consecuencia, no puedo decir que en Rusia me trataron muy mal, porque en Rusia no me trataron, ni mal, ni bien, ni regular. Yo nunca estuve en Rusia. En conscuencia, cualquiera que sepa que nunca estuve en Rusia, si me oyese decir que en Rusia me trataron muy mal podría decir con plena justicia que soy imbécil, que mi opinión carece de sentido y que, por lo tanto, mi opinión sobre el noble pueblo ruso no es respetable, pues parte de una mentira, en la mentira de que en Rusia me trataron mal. Si yo insisto en esa idea porque tengo un secreto interés en desprestigiar al noble pueblo ruso, cualquiera que sepa que nuca estuve en Rusia y que comprenda que estoy diciendo que en un país en el que no estuve me trataron mal, estará en plenas condiciones de despreciar no sólo mi opinión, sino mi persona. Porque no, no todas las personas son dignas de aprecio, ni tan siquiera de consideración, cuando día a día se emperran en demostrarnos que la miserabilidad es su estandarte.

Por eso, a quien esto pueda interesar,

dejo constancia de lo que sigue:


Que lo que sigue es única y exclusivamente la postura personal, intransferible, firme e invariable de la persona signataria de este blog, postura escrita en la noche del 11-7-13 al 12-7-13, a las 4:40 de la mañana, incitado por determinadas actitudes apreciadas en algunas redes sociales.
Que formo parte del proyecto, de la cosmovisión, de la ideología y del colectivo humano que está siendo sometido a un juicio social sumarísimo de puerilidad absurda y está siendo (o queriendo ser) sometido a un pseudo-linchamiento de matón de patio de colegio.
Que en consecuencia, me siento (soy) blanco de esos ataques que en ningún modo pueden considerarse lícitos (pues se articulan en torno a personalismos sin argumentos de ningún tipo), aunque a mí no se me mencione en ninguno de ellos. Que los ataques no se pueden considerar individuales sino colectivos, pues atañen a realidades y situaciones manadas de un debate, no manifestado nunca, en torno al BDSM, y hace referencia al comportamiento y las ideas, no personales ni individuales, sino colectivas de las personas referidas.
Que esta decisión firme no tiene ninguna relación con los afectos o los desafectos personales que tenga con otras personas, sino con la cosmovisión que mantengo del mundo BDSM, del mundo en general y del compañerismo y la solidaridad.
Que esto lleva implícito que si mañana se rompen los lazos personales que me unen estas personas, esta relación de compañerismo y solidaridad no se verían afectadas, pues no se basan en relaciones personales, sino organizativas y colectivas, además de en la dignidad del compromiso.
Que mis frustraciones personales o mi desaliento por no conseguir determinados objetivos personales y sentimentales jamás podrán ser capitalizados por nadie para convertirme en una punta de lanza contra nadie.
Que quien piense esto, sin duda piensa que soi imbécil. Que sé parezco imbécil, pero no lo soy.
Que mientras forme parte de cualquier organización de cualquier naturaleza acataré las decisiones que colectivamente se tomen en esa organización. Que independientemente de mi conconrdancia o discrepancia con una decisión concreta soy firme partidario del centralismo democrático. Que creo en la necesidad de discrepar y generar bloques críticos desde la unidad sin fisuras. Que discrepar no es romper. Que romper no es atacar. Que atacar no es utrajar. Que el ultraje es cobarde.
Que si dejo de formar parte de una organización, por principios, jamás utilizaré información interna para dañarla. Que esto se hace extensible a las personas que formen o que hayan formado parte de esa organización o de cualquier realidad colectiva.
Que si dejo de mantener relaciones emocionales con determinadas personas, por los mismos principios apuntados arriba, jamás utilizaré información privada para dañar a nadie. Que la muerte de una amistad no significa el nacimiento de una enemistad. Que a las personas a las que se quiso una vez, siempre se las quiere de alguna forma. Que el orgullo y el dolor jamás pueden ser el abono del odio. Que el odio sólo se puede comprender contra quienes dañan lo que amas.
Que la autopreservación es la primera regla de la Naturaleza. Que por esta regla la autodefensa es siempre legítima. Que esta autodefensa se extiende a las personas con las que estableces una relación de solidaridad y compañerismo. Que la solidaridad y el compañerismo están por encima de la amistad. Que la autodefensa es legítima por cualquier medio necesario. Que la violencia tiene como respuesta la violencia. Que la violencia tiene más formas que la violencia física. Que la violencia por la espalda es cobarde. Que la cobardía sólo anida en corazones secos. Que la cobardía da asco. Que la respuesta a la agresión es siempre noble, por más que pueda resultar violenta. Que la nobleza es un acto de amor hacia uno mismo.


A quien pueda interesar comunico que los enemigos de mis amigos pueden ser mis enemigos. Que los enemigos de mis compañeros son el enemigo. Que los amigos de hoy pueden ser los enemigos de mañana, los enemigos de hoy mañana pueden ser amigos, pero el enemigo es el enemigo. Que los afectos cambian, van y vienen. Que la coherencia permanece si se es coherente. Que el enemigo no es el enemigo por un desafecto personal, sino por algo más profundo que los afectos y los desafectos. Por coherencia. Que todos podemos tener contradicciones, que las contradicciones son naturales y legítimas. Que las incoherencias son inadmisibles.

A todo el que esto vea y entienda, manifiesto, que éste soy yo, que éste es mi lado, que no estoy aquí circunstancialmente, sino por elección propia. No por casualidad, no por afinidades personales, sino porque éste, y no otro, es mi sitio. Que mañana mi sitio puede ser otro, pero siempre desde el respeto a lo que soy ahora. Que las hostias que recibe un compañero son hostias que recibo yo. Que es muy fácil dejar a los compañeros en la estacada, que es muy fácil dejarse llevar por las frustraciones personales, por las pequeñas y las grandes derrotas, por los rencores viscerales y por el dolor de no tener lo que se desea. Que no estoy aquí, de este lado, para intentar conseguir lo que deseo y no tengo. Que ni mis deseos ni mis frustraciones son objeto de debate
A todo el que pueda interesarle, dejar claro que si alguien cree que ése soy yo, si alguien cree que mis muchas miserias pueden hacer que mi posicionamiento sea dudoso, entonces, no me conoce en lo más mínimo. Éste soy yo, esto es lo que tengo que decir, aquí estoy, aquí voy a quedarme.

Aviso a navegantes, no siempre sonrío.

5 comentarios:

  1. Si en un grupo "alternativo" a un café van 15 personas cuando facilmente podía haber llegado a 20, y 1+1+1+1=4, es que estais haciendo algo mal no, lo siguiente, lo mismo estais muy equivocados en esa cosmovisión del BDSM, que hables de violencia y la legitimices dice mucho de ti, venga tío que lo pases guay en tu club de gastronomía.

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  2. Creo que se hace necesario aclarar un par de términos y conceptos que creo que no entendió bien.
    En primer lugar se hace necesario aclarar el concepto de “alternativo”. Habla usted de un “grupo alternativo”, de lo que se puede deducir que existe un grupo “oficial”, caso que no comparto. En Asturias existen distintos grupos que se mueven en torno a este mundillo nuestro, y uno de ellos es el que gira en torno a la asociación ACA BDSM, pero en ningún modo creo que esta asociación se haya presentado a sí misma como “el grupo oficial”. Nadie manifestó nunca recelo respecto a que salgan distintos grupod BDSM en Asturias.
    Dice usted, a este respecto, que quizá mi cosmovisión (digo “mi” y no “nuestra”, porque más allá de hacer una análisis del asociacionismo bedesemero en Asturias y de la organización de la que formo parte, verá que se trata de un blog estrictamente personal) sea errónea. Está bien, esa posibilidad existe, está claro, y usted puede ser de ese parecer (como planteo en mi post, es perfectamente legítima cualquier discrepancia). Con todo sólo desde un sistema de valores volátil se puede confundir el acierto o el error con el poder de convocatoria puntual, puesto que el poder de convocatoria (y esto lo sabe quien está acostumbrado a convocar) viene y va.
    En lo referido a mi legitimización de la violencia... Creo que aclaré en mi texto que la violencia no es necesariamente una violencia física, y que legitimo la violencia en virtud de la legítima defensa, nunca de la agresión. Ahora bien, no me gusta la violencia, pero es una evidencia que la violencia está ahí, presente. No una violencia física (en el caso que nos compete), pero sí una violencia psicológica, social y estructural con la que nos encontramos día a día. Quizá usted sea de la opinión de que hay que poner la otra mejilla (o quizá únicamente de la idea de que yo debo poner la otra mejilla). La palabra del Señor caló en mí parcialmente, y no soy un hombre excesivamente religioso, desde luego no hasta el paroxismo. Es en ese sentido, ÚNICAMENTE en ese sentido, que yo me refiero a la violecia (y ACLARO que no hablo necesariamente de una violencia manifestada físicamente), dado que la violencia es, por desgracia, algo que forma parte de nuestro entorno más directo. En ese sentido no creo que sea ni justo ni práctico que la violencia sea de uso monopólico de las personas que hasta ahora la vienen practicando, pongamos por ejemplo, la gente que difama, lo que no deja de ser una forma de violencia social, y que plantea que hubiese querido poder joder a otras personas. En ese sentido como me parece que es usted conocedor del caso, puede leer declaraciones en esa línea que, honradamente, me parecen mucho más violentas que las mías.
    Los clubs de gastronomía me parecen muy interesantes, si usted me puede recomendar uno, se lo agradezco, pues yo formo parte de una asociación BDSM, no de un club gastronómico.
    Sin otro particular, tenga un buen día.

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  3. Es gracioso leer en su blog a la voz de su Ama (si, esa que le rechaza desde hace años) y gracioso ver como defiende lo indefendible. ACA No es la "asociación" oficial, quien lo diría de aquellos que se han apropiado de grupos en redes siempre bajo "Asturias BDSM" haciendo ver que no hay otra opción en esa tierra. Defender la democratización de quien niega a sus socios sus cuentas y estatutos, o de quien pone a nombre de su presidenta aquello que ha de ser de todos, de quien su máximo “leit motiv” es o conmigo o contra mí. Y para finalizar, usted como persona y sumiso tiene todos mis respetos, no deje que jueguen más con usted.

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  4. Sr Cobarde o Sra. Cobarde, ya que no tienes valor pasa usar tu Nick original me dirigiré así a ti:

    ¿En qué quedamos? Si lees en el blog de guau-guau la voz de su Ama es que seré su Ama… Pero si le rechazo hace años no seré nada ¿no?.

    En todo caso, lo que sea o no sea es asunto de guau-guau y mío o ¿acaso tenemos que dar explicaciones a cualquiera y más a alguien que deja comentarios anónimos? Pero para tu información ya que tus palabras muestran un sincero interés, te diré que probablemente lo que me une a guau-guau es mucho más especial que cualquiera de las relaciones BDSM que tú puedas tener y se llama AMISTAD. Probablemente es algo que no entiendas.

    Y si… desde que empezamos a organizar eventos en Asturias hace ya más de 5 años lo hacemos, y hablo en plural pq nunca los he organizado yo sola, lo hacemos como “Asturias BDSM” de hecho con ese mismo nombre se abrió el blog que se utiliza mucho antes de que existiera A.C.A.BDSM (antes de lanzarse a una crítica absurda, deberías molestarte en leer un poquito). Y si, con ese nombre abro los grupos en las distintas redes sociales en las que estoy y en las que no, están abiertos por otras personas.. ¿También esto te causa algún problema?

    En cuanto a lo que la Asociación se refiere… No me voy a molestar en contestarte pq no eres socio ni simpatizante de la Asociación y son los únicos que a día de hoy pueden pedirnos explicaciones cuando les venga en gana de las cuentas de la Asociación o de cómo está o no el local. (Esto también demuestra que tienes poca idea en lo que asociacionismo se refiere). Los estatutos están al alcance, no solo de los socios si no de cualquiera que nos los pida.

    Y si realmente tanto te preocupas por si A.C.A. BDSM funciona de una manera legal o no, denúncialo donde tienes que hacerlo… Ah no! Que para eso hay que dar la cara y no esconderse bajo un Nick!

    Y para terminar… si tan descontento estas con cómo funciona esta Asociación no se a que viene tomarse tantas molestias en conocer su funcionamiento o su legalidad, al margen claro está de las ganas de tocar las narices y dar por saco.



    Guau-guau, gracias por dejarme responder en tu blog. (Bueno dejarme no.. pq como te manipulo, ya me dejo yo sola)

    Muackss

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  5. Solo entro un instante para poner de manifiesto que la vida es muy breve aunque a veces nos parezca tan eterna, pero por naturaleza, conducida a la extinción... pudiendo ser felices disfrutando día a día ¿qué se gana con ataques y reproches? Decían en un tiempo "haz el amor y no la guerra" parecerá cierto al final eran más sabios nuestros ancestros. A veces se emplea el término democracia para pretender imponer la conducta propia, posiblemente sería más fácil sentarse, meditar y hablar cara a cara con la persona... no somos nadie portador de la verdad absoluta, pero del respeto y del buen trato se llega más lejos que del ataque personal. No milito la asociación, mas me resta solo decir que conozco alguno de sus miembros, y me duele ver que en el esfuerzo por unir a un colectivo, que aun somos mal vistos en el resto del colectivo social, acabemos todos sacándonos los ojos... decía alguien por ahí que hablando se entiende la gente... debió perecer en el intento, pues cada vez veo hablar menos a la gente y más cuestionar y criticar.
    Un cordial saludo de somiador y seguid adelante.

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