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lunes, 4 de febrero de 2013

Hoy sólo voy a compartir un sueño que tuve. No sé por qué lo voy a hacer, pero lo voy a hacer.



Decidí dedicarme a recolectar perlas, y lo decidí únicamente por hacer algo con mi vida. En una pequeña barca, en la inmensidad del mar, con un traje de neopreno y una pequeña bolsa de red donde iba dejando lo que recogía. Me zambullí en cuestión de segundos en el agua y buceé hasta el fondo, donde pude ver una ostra grandísima. Metí mi cuchillo entre las lapas de la ostra para abrirla, casi sin aire en los pulmones. Sentí su voz. No podría reproducir las palabras exactas, pero era un reproche. Así no. No. No.

Cuando quise darme cuenta tiró de mi mano, sacándome de debajo de mi cama, en mi traje de neopreno, envuelto en sudor y lágrimas. Ahora no decía nada. Me miraba. Yo no sabía por qué, pero me miraba, sólo eso, me miraba con una expresión seria y los ojos clavados en mí, fijamente.

4 comentarios:

  1. Dicen que los sueños a veces reflejan temores que no sabemos ver en nuestras vidas reales.. aunque no se si debemos de creer eso eej
    Un saludo

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  2. Sin duda los reflejan. Quién sabe, quizá ofrezcan también respuestas.

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  3. Interesante, creo que puede tener mucho detrás de un "simple sueño".
    Quizá no deberías intentar abrir la ostra, sólo esperar a que ella se abriera a ti...
    Un abrazo :)

    perro ladrador {JD}

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  4. perro ladrador, cada vez que te leo y pienso que tienes 18 años alucino. Me encanta la sencillez y la profundidad con la que lo expresas todo. Y esto que me acabas de poner, creeme, me deja pensando. Gracias, de verdad.

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